sábado, 15 de diciembre de 2012

26. Jake Carter: La realidad es más fácil de afrontar con la máscara puerta

Volvía a estar en casa después del que seguramente había sido el verano más intenso de mi vida. A veces pienso si no debería haberme tirado por aquel puente... Qué demonios, si lo hubiera hecho jamás podría volver a escribir canciones, y eso es lo único que de verdad me gustaba.
Introduje la cabeza en el lavabo lleno de agua. ¿Qué pretendía demostrar? Pensé en Ian... me iba a matar por dejar así a Franky. No creo que Josh se preocupara por mí demasiado, al fin y al cabo me quería para gorronear comida y alcohol. Y la pija rubia, ¿qué sería de ella? Pensé en Bexx muchas veces, pero no sé si sentirme orgulloso de ello.
Ya no estaba con la tía más buena de mi promoción en el instituto. Al final le tendría que dar la razón a Ian y reconocer que esa gran zorra sólo estaba conmigo cuando creía que podía conseguir algo; sin embargo, no podía negar que siempre podría utilizarme cuando quisiera. La carne es débil.
Me incorporé de golpe, apartando los mechones más largos de mis ojos y me miré al espejo. Me esforcé por esbozar una sonrisa de despreocupación para demostrar a todo el mundo que era el mismo cabrón arrogante de siempre, lo intenté con todas mis fuerzas, de verás, pero no pude. Todo el mundo tiene un límite a la hora de fingir, y yo llevaba demasiado tiempo haciéndolo. Entonces, si era así, ¿por qué había vuelto?
Música. Esa era la respuesta. Música y nada más, para lo cual necesitaba recuperar mi grupo, los Bloody Hills.
Por fin conseguí que mis labios dibujaran algo parecido a una sonrisa. La libertad que sentí en el escenario en la Sala Apolo fue, sin duda, la mejor sensación que había tenido en mi vida, y deseaba poder recobrarla.
Me reí de mí mismo al comprobar que era un sentimental, un romántico como quien dice, pero qué se le iba a hacer, ese era mi defecto, uno de tantos.
El timbre sonó en ese momento. El corazón me dio un vuelco, aunque no comprendía por qué si lo estaba esperando ya; tal vez, en realidad nunca esperé que alguien contestara a mi mensaje.
Bajé las escaleras dejando un rastro de gotas de agua tras de mí, y antes de abrir respiré hondo para alejar todos mis pensamientos y volverme a poner la máscara. Abrí la puerta como si nada, como si no supiera que yo había sido quién les citó, pero esta vez el corazón dejó de latirme directamente.
-¿Vas a dejarme aquí?- Preguntó Bexx con voz que pretendía ser dura al comprobar mi parálisis, a pesar de que sus ojos brillaban como si fueran dos estrellas de la emoción.
- Vaya, me has sorprendido- Conseguí decir al fin, jugando a ser duro como ella.- Has coneguido venir solita hasta aquí...
- Ja ja. No seas idiota, jamás vendría yo sola a verte a ti, imbécil. Josh está intentando aparcar el coche.
Era cierto, pocos segundos después su hermano mellizo apareció por detrás, lanzándose contra mí como si de una pelea se tratase; como si me fuera a pillar desprevenido...
- ¿Ian no viene también con vosotros?- Pregunté extrañado.
Ambos se miraron con esa mirada que se intercambia cuando hay algo gordo que decir, pero no sabes cómo.
- Es complicado... -Comenzó Josh.- ¡Traigo cervezas!- Exclamó de pronto enseñando unas latas.
Iba a ser una tarde larga, probablemente demasiado larga.

martes, 7 de febrero de 2012

En capítulos anteriores y pequeño comentario

Soy consciente de que esta historia es un lío, me lo habéis dicho un montón de veces, y más cuando empecé a publicar con más calma, así que ahí dejo un pequeño resumen de lo ocurrido hasta el momento (que si te paras a pensarlo no es tanto), para que cuando continúe no os resulte todo tan confuso.

Jake Carter sueña con poder triunfar en el mundo de la música, por lo que decide formar un grupo, los Bloody Hills, junto a su amigo Ian. Sin embargo, se ve obligado a completarlo aceleradamente debido a una actuación que tendrá lugar en la Sala Apolo de Los Ángeles en apenas un mes, así que acepta en el último momento a Bexx y Josh Livesey, unos mellizos que se compenetran a la perfección.
Pero esta historia no es tan simple, no se queda en el camino hacia la gloria de un grupo de rock, sino que cuenta la vida personal de cada uno, sus secretos y como se entrelazan inevitablemente. Jake, tras su aspecto de tipo duro y desconsiderado, inmune a cualquier desgracia, esconde un terrible drama familiar, el cual no deja ver a nadie, sólo a Ian, que provocó la depresión de su madre y una honda herida en su interior. Ian no se queda atrás, pues sus padres discuten a menudo debido a las numerosas infidelidades de su padre y la falta de dinero, su hermano Francky, es un adolescente muy sensible que le necesita a cada instante para no derrumbarse, y su hermana Laura huyó de casa hace ya unos cuantos años para no volver; debido a los problemas económicos, decide involucrarse con una organización que distribuye droga, arruinándose (en apariencia) la vida y perdiendo la relación que podía haber cuajado con Bexx, pese a que finalmente es absuelto de los cargos.
En cuanto a los mellizos, viven una doble vida, combinando la de perfectos integrantes de la clase acomodada californiana con la de apasionados de la música rock. No obstante, cada uno tiene unos problemas. Bexx se encuentra perdida desde que hace dos años descubrió que su padre no era quién ellos creían, y busca escapar de toda la mentira que cree que es su vida introduciéndose en los Bloody Hills; pero, además, su vida sentimental es un auténtico laberinto debido a los sentimientos encontrados que tiene hacia Jake. Josh hace cumplir el tópico de niño rico en su persona, pero aunque parece despreocupado, sabe que algo no marcha bien con su hermana, sobre todo desde que confirmó lo de su padre.


Ahora me gustaría escribir un pequeño comentario. Bloody Hills Diaries comenzó hace exactamente dos años, y desde entonces, mi vida ha cambiado mucho, en especial desde la última entrada en junio del año pasado hasta ahora. No sé si habré madurado o no, sólo sé que muchas sobre las cosas que tenía pensado escribir han cambiado. He hecho un parón demasiado largo, pero es que no me sentía capacitada para continuar con la historia, cosa que creo que ya he superado.
Sin más dilación, espero continuar pronto publicando, y que si queréis, continuéis descubriendo poco a poco lo que les ocurre a estos cuatro chicos, y, por su puesto, si consiguen alcanzar su sueño